Los hititas y los lidios

Las pбginas de los libros de texto de historia mundial contienen una letanнa de imperios y civilizaciones “perdidas”, pero generalmente, tras una revisiуn mбs profunda, se revela que estos llamados imperios perdidos son a menudo culturas menos conocidas, que tuvieron un impacto menos aparente en la historia que otras civilizaciones mejor conocidas. Cuando se recorren las pбginas de la historia en busca de una civilizaciуn que se perdiу inexplicablemente, pero que tuvo un gran impacto durante su tiempo, pueden encontrarse muy pocos candidatos, pero los hititas son un ejemplo notable.

De hecho, los hititas fueron un pueblo antiguo que sigue siendo algo enigmбtico, y quizбs poco conocido para la mayorнa de las personas, pero su influencia sobre el Antiguo Oriente Prуximo es innegable. Desde lo alto de su capital, Hattusa, en el centro de Anatolia, los hititas pudieron conquistar y controlar un reino que abarcу aproximadamente el бrea de los estados-naciуn modernos de Turquнa, Siria y partes de Irak y Lнbano, mediante una combinaciуn de fuerza militar bruta y astutas maquinaciones diplomбticas.

En comparaciуn con algunos de sus contemporбneos, incluidos los egipcios, asirios y babilonios, los hititas eran algo distantes, tanto cultural como geogrбficamente. Los hititas eran un grupo de habla indoeuropea en un ocйano de grupos afroasiбticos y semнticos; su tierra natal estaba al norte de Mesopotamia, y no contenнa ningъn rнo importante como los rнos Nilo, Tigris o Йufrates. El Imperio hitita tambiйn fue mucho menos duradero que sus vecinos, pues solo existiу entre 1800 y 1200 AEC, aproximadamente (van de Mieroop 2007, 156), lo que es considerablemente mбs corto que la mayorнa de los otros reinos principales del Cercano Oriente.

Entre todos los imperios y reinos del mundo antiguo, pocos pueden compararse con el reino de Lidia en tйrminos de riqueza y opulencia. Desde principios del siglo VII a. e. c. hasta mediados del siglo VI a. e. c., los lidios desempeсaron un papel importante en la historia de la regiуn del Mediterrбneo oriental, al asumir el rol de intermediarios entre los imperios del Cercano Oriente y la emergente civilizaciуn helйnica en Grecia. Desde su capital en Sardes, los reyes lidios comerciaron e hicieron alianzas y guerras con cantidad de reyes, tiranos y generales, lo que ultimadamente cimentу su papel como un breve pero histуricamente importante pueblo y reino en el mundo antiguo.

Un examen del pueblo lidio y su reino revela que su poder no se materializу de la noche a la maсana, sino que fue un proceso largo que dependiу de varios factores. El principal factor que contribuyу al йxito de Lidia fue su riqueza. Los lidios tuvieron la suerte de poseer grandes depуsitos de metales preciosos dentro de su territorio, pero lo que realmente los hizo exitosos fue cуmo explotaron y utilizaron estos recursos. Fueron el primer pueblo en inventor una moneda que no solo les permitiу crear una prуspera economнa dentro de su propio territorio, sino que les dio una herramienta con quй influenciar tanto a sus amigos como a sus enemigos en el extranjero.

La riqueza de Lidia impresionу a los no lidios hasta tal punto que incluso los mбs sublimes filуsofos griegos que generalmente evitaban la riqueza, elogiaron la alta cultura de Lidia y el pueblo lidio en general, y en particular la grandeza de su cuidad capital, Sardes. Lidia tambiйn tuvo йxito porque sus reyes fueron hombres astutos y polнticamente inteligentes que conocнan el arte supremo de la diplomacia. Los reyes lidios hicieron alianzas basadas no solo en sus intereses inmediatos, sino tambiйn con vistas al futuro, pues con frecuencia jugaron a enfrentar un reino contra otro. A la larga, a pesar de su riqueza y astucia, los lidios cayeron vнctimas del inexorable poder del gigante persa aquemйnida, que consumiу su reino, junto con muchos otros, a mediados del siglo VI a. e. c.